miércoles, 25 de noviembre de 2015

Caminar

quiero ser un camino
y no una frontera
del fuego venimos
y al infierno vamos

pero hoy ni cenizas somos
la mayoría teme al chispazo
y la minoría sueña la llama

el fuego es interpretado
allí el problema

desconfiamos del calor
dormimos sin soñar
o soñamos sin dormir

arrastrados crecemos
desvelados de contracturas
gordos de la impotencia

salimos a enfrentar la ciudad
donde está prohibido saludarse
y solo hay que seguir las señales

como perros marcamos un territorio 
que es nuestro solo un rato
ni las ovejas son tan mansas
ningún rebaño es tan obediente.

1 comentario:

harté dijo...

Que tal humano, te cuento que no soy de entregarme al cholulaje virtual comentador. Pero en esta madrugada, te leí y me diste ganas de no dormir nunca más, al llenarme el cuore de esperanzas. De ganas de romper con la obediencia que hace los latidos tan iguales. Gracias flaco.